Los Oscuros Secretos de Rasputin: Su Impacto en la Rusia Imperial
En 1906, en San Petersburgo, se presenció la aparición de un hombre santo y enigmático en los círculos internos del poder ruso llamado Gregori Rasputin. La figura de Rasputín se hizo famosa debido a sus penetrantes ojos, una mirada hipnótica que incluso trascendía en las fotografías. Completando su imagen, destacaba su barba desaliñada, su cabello enmarañado de color negro y su túnica e inspiración oriental.
En una de las escasas fotografías disponibles, se le puede ver rodeado de devotas adineradas, mujeres vestidas con trajes victorianos y perlas. ¿Qué fue lo que atrajo a estas mujeres de la alta sociedad hacia este místico con ojos desorbitados? ¿Cuál era su origen y qué tipo de influencia ejercía sobre sus seguidores fieles, incluyendo a la última zarina de Rusia?
La vida de Rasputín, objeto de estudio de historiadores y biógrafos, se entrelaza casi indistinguiblemente con la ficción. Incluso el significado de su nombre ha generado intensos debates. La mayoría de los historiadores coinciden en que hace referencia a su pueblo natal, Pokrovskoye, mientras que el dramaturgo y biógrafo ruso Edvard Radzinsky sostiene que proviene de la palabra «rasputa», que significa «una persona inmoral que no sirve para nada».
Determinar la fecha exacta de nacimiento de Rasputín ha sido un reto para los biógrafos, aunque se ha llegado a la conclusión de que ocurrió a principios de 1869. Gregori Rasputin nació como el sexto vástago de Efim Yakovlevich Rasputin, quien contaba con tan solo 20 años, y de Anna Vasilievna, que apenas tenía 19 años.
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Rasputin, conocido como «Grishka el Loco», describía su aspecto como enfermizo, delgado y solitario. Sus días los pasaba vagando por bosques y campos, entablando conversaciones con animales y buscando comunicarse con Dios. Su situación de extrema pobreza le impidió recibir educación formal, y su apariencia descuidada y su comportamiento peculiar lo convirtieron en el blanco favorito de las burlas.

Como se forjó el misterioso carácter de Rasputin
A pesar de su matrimonio a la temprana edad de 19 años en 1888, con Praskovia Fyodorovna Dubrovina y sus tres hijos pequeños (tuvo cinco, dos murieron), no logró encontrar la paz interna. Rasputin fue capturado por un campesino y recibió una brutal paliza por intentar robar sus caballos. Aunque se recuperó de sus heridas, sus más allegados notaron que su comportamiento se volvió aún más extraño de lo habitual después del suceso, según relata María, la hija de Rasputin.
Ella menciona que su padre comenzó a llevar el cabello desaliñado sobre la frente para ocultar una cicatriz considerable producto de la paliza y a beber más alcohol. En su segundo intento de robo fue nuevamente descubierto, por lo que fue castigado por un juez, se le conmutó la sentencia a cambio de indemnizar al campesino agraviado, el resto de sus compinches fueron desterrados. Después de esto Rasputin conideró que había tocado fondo y decidió caminar hasta un famoso monasterio ortodoxo ruso en Verkhoturye, recorriendo una distancia de 520 kilómetros para buscar su redención.

Así, Rasputin se convirtió en un istrannik, un vagabundo que recorría pueblos, solicitando alimentos a extraños y confiando exclusivamente en la misericordia divina para sobrevivir. Para un hombre acostumbrado a la absoluta miseria y a experiencias místicas, este nuevo rol se adaptaba perfectamente a Rasputin.
Cerca del monasterio, un vidente analfabeto llamado Hermano Makarij se convirtió en su guía espiritual. Makarij predicaba un ascetismo estricto que excluía el consumo de alcohol, dulces y sexo, promoviendo una comunión personal con Dios. Rasputín encontró inspiración en este nuevo tipo de ‘místico campesino’, que ganaba popularidad en la imaginación religiosa rusa.
Muchos rusos creían que solo un simple campesino, libre de educación e influencias mundanas, podía acceder a los dones espirituales reservados para los verdaderos creyentes. Estos místicos campesinos, conocidos como starets, desempeñaban múltiples roles como maestros religiosos, guías espirituales, profetas y hacedores de milagros.
Después de dos años de peregrinaciones místicas, que incluyeron viajes a Grecia y Tierra Santa, ‘Grishka el Loco’ regresó a Pokrovskoye transformado en el hermano Grigori Rasputin, un ‘hombre santo’ autoconstruido. Pronto comenzó a ganar seguidores, especialmente mujeres jóvenes, quienes se reunían en secreto con él para explorar las profundidades de la comunión espiritual.
Creador y líder de su propia secta con fines sexuales
¿Cuáles eran las actividades realizadas por Rasputín durante sus encuentros secretos con estas jóvenes? En particular, ¿había adoptado la religión de Khlysty, un culto de fanáticos autoflagelantes que creían en la purificación a través de la práctica de los pecados sexuales más oscuros? A pesar de su aparente vida ascética, Rasputín siempre tuvo grandes ambiciones. En 1902, a la edad de 33 años, se trasladó a Kazán, una ciudad ubicada a 800 km al este de Moscú y a 1500 km de la capital rusa, San Petersburgo.
En Kazán, Rasputín se volvió más sociable y amistoso, entablando relaciones con mujeres de la alta sociedad que acudían a él en busca de guía espiritual y le contaban sus problemas. Él tomaba sus manos y, con su mirada fascinante, exploraba el interior de sus almas. Estas mujeres, como muestra de devoción, le obsequiaban ropa y joyas religiosas, y se rumoreaba que muchas compartían su lecho. Rasputín encontró un aliado influyente en Gavril, el líder de un conocido monasterio en las afueras de Kazán. Fue Gavril quien redactó la carta de recomendación que Rasputín llevó consigo a San Petersburgo en 1903.

Rasputin, reconocido en la capital como un visionario, sanador y santo carismático, logró obtener reputación de manera similar en Kazán. Varios líderes destacados de la sociedad, especialmente aquellos atraídos por el misticismo oriental, lo veían como su guía ortodoxo ruso. Aunque surgieron rumores sobre su participación en actos sexuales depravados y orgías, su culto personal permanecía inmune a los ataques.
Uno de los aspectos más destacados fue el respaldo de Feofan, líder de la iglesia ortodoxa en San Petersburgo y confesor personal del zar Nicolás II y la zarina Alexandra Fyodorovna. El gobierno de Nicolás se vio afectado por decisiones políticas desafortunadas y un creciente descontento popular. Tras la humillante derrota de Rusia en la guerra ruso-japonesa, surgieron llamados a una reforma política. Durante una marcha pacífica en el Palacio Real en 1905, los guardias, presas del pánico, dispararon contra cientos de manifestantes. Esta masacre, conocida como el Domingo Sangriento, desencadenó una revolución fallida en 1905.
Su llegada y ascenso en la corte rusa
En medio de este clima político y social turbulento, Alexandra dio a luz a cuatro niñas hermosas y, finalmente, a un heredero llamado Alexei. Sin embargo, Alexei sufría de hemofilia, una enfermedad sanguínea potencialmente mortal. En 1905, cuando los médicos no lograron obtener resultados, Nicholas y Alexandra decidieron buscar la ayuda de un sanador místico.
Fue entonces cuando Feofan les presentó a Rasputín, quien, a través de una oración o tal vez mediante hipnosis, logró sanar al joven Alexei. Este exitoso encuentro condujo a que Rasputín fuera rápidamente aceptado por la familia Romanov como su guía espiritual. A pesar de la apariencia peculiar de Rasputín y los rumores sobre su comportamiento sexual, la zarina se esforzó por mantener en secreto sus reuniones con él.
Sin embargo, la noticia de las consultas del enigmático monje al impopular zar y su esposa «alemana» se difundió rápidamente. Los revolucionarios y críticos de la familia real tomaron esto como una prueba más de las decisiones desastrosas tomadas por el zar. Los rumores sobre los encuentros sexuales de Rasputín se volvieron cada vez más escandalosos, alimentando aún más su peligrosa influencia política.
Cuando el zar Nicolás II abandonó San Petersburgo para liderar las fuerzas rusas en la Primera Guerra Mundial, esto dejó a Alexandra bajo la influencia de Rasputín. El macabro monje ya se había convertido en el líder de facto del atribulado estado ruso. Los críticos del régimen zarista difundieron rumores sobre las depravaciones sexuales de Rasputín y su escandalosa relación con la zarina. Estos rumores socavaron aún más la autoridad de Alexandra
Como solución, la zarina decidió despedir y reemplazar a muchos de sus principales ministros, sus rivales políticos acusaron a estos nuevos nombramientos de ser elegidos personalmente por Rasputín. Para el año 1916, el furor en torno a Rasputín había alcanzado su punto más crítico. Rasputin, una figura misteriosa, ejerció una gran influencia política sobre los Romanov, lo que provocó la ira de los nobles rivales, incluido el príncipe Félix Yusúpov. Determinado a liberar a la autocracia del venenoso influjo de Rasputín, el príncipe reunió a un grupo de hombres.
El plan para asesinar a Rasputin
Para ello, idearon invitar a Rasputín a una cena bajo el pretexto de conocer a sus esposas. Durante la velada, los hombres le ofrecieron tortas y vino mezclado con cianuro en dosis letales. Sin embargo, para sorpresa de todos, el monje loco no experimentó ni una mínima indigestión. Ante la fallida intoxicación, Yusupov decidió dispararle a Rasputín en la espalda con un revólver. A pesar de ello, el monje sobrevivió. Desesperados por acabar con su vida, Yusupov y su pandilla le dispararon nuevamente, lo golpearon y, finalmente, lo envolvieron en una alfombra, arrojándolo al helado río Nevá. La autopsia reveló que la causa de su muerte fue el ahogamiento.

Incluso después de la muerte, la influencia de Rasputín continua. Según la leyenda. Rasputín una vez profetizó a Nicolás que si le asesinaban, significaría el fin de la familia Romanov. No hizo falta ser un vidente místico para predecir el colapso de la autocracia rusa. pero la visión de Rasputín se hizo realidad. Después de abdicar del trono en 1917, el zar y su familia fueron exiliados a los montes Urales para su protección. El 17 de julio de 1918, toda la familia Romanov, incluidas las cuatro hijas y Alexei, de 14 años, fueron asesinados a tiros por sus guardias revolucionarios.
Es innegable que la relación de Alexandra con Rasputín fue determinante en el colapso de la autocracia rusa. Sin embargo, ¿qué parte de la historia de Rasputín es biografía y cuánto es propaganda inventada por los revolucionarios bolcheviques que derrocaron al zar?
A medida que los años transcurren, los hechos de la vida de Rasputín se desvanecen en la historia, pero su legado como un místico sombrío que manejaba los hilos del poder perdura en el tiempo.