La masacre de Gnadenhutten, la atrocidad que Estados Unidos olvida

181

Un oscuro episodio de la Guerra de Independencia de Estados Unidos (1782)

La Masacre de Gnadenhutten ocurrió el 8 de marzo de 1782 en Gnadenhutten, un asentamiento moravo en el territorio de Ohio, Estados Unidos. Durante la Guerra Revolucionaria Americana, un grupo de milicianos de Pensilvania, liderados por el Coronel David Williamson, atacó el asentamiento y mató a 96 nativos americanos cristianos, la mayoría mujeres y niños.

El Coronel David Williamson fue un oficial militar y líder de milicias en Pensilvania durante la Guerra Revolucionaria Americana. Nacido en 1749 en Pensilvania, Williamson se unió al ejército continental en 1776 y luchó en varias batallas importantes.

¿Quiénes eran los moravos?

La historia de los moravos se remonta a la época de la colonización europea en América del Norte. Durante el siglo XVIII, un grupo de moravos, que eran parte de la Iglesia Morava, una denominación cristiana protestante fundada en Bohemia y Moravia (hoy en día la República Checa) en el siglo XV.

Emigraron a América del Norte y establecieron varias comunidades en lo que ahora es Estados Unidos. Estas comunidades, conocidas como misiones moravas, tenían como objetivo difundir la fe cristiana entre las poblaciones indígenas locales, y los moravos se convirtieron en pioneros en la evangelización de los indios en América del Norte.



Los moravos desarrollaron una relación cercana con las comunidades indígenas locales con las que interactuaron. A través de su trabajo misionero, los moravos aprendieron las costumbres, la lengua y las tradiciones de los indios nativos, y muchos moravos se casaron con indígenas, creando una nueva identidad cultural que combinaba elementos de la cultura morava con la cultura indígena.

A pesar de que los comunidades de nativos americanos evangelizados en la zona no estaban involucrados en la guerra, los colonos los consideraban una amenaza y los culpaban por los ataques de los indios hostiles.

El suceso

El ataque en Gnadenhutten fue en represalia por el asesinato de varios colonos en la región por parte de los indios hostiles. Aunque los nativos americanos en Gnadenhutten no tenían nada que ver con esos ataques, los milicianos los acusaron falsamente de ser cómplices.

Los milicianos encerraron a los moravos en dos edificios y los obligaron a confesar su supuesta complicidad en los ataques. Cuando los moravos se negaron a hacerlo, los milicianos los mataron a todos, utilizando hachas, palos y rifles. Alrededor de 100 personas furon asesinadas ese día.

La Masacre de Gnadenhutten fue ampliamente condenada en su época, incluso por algunos líderes estadounidenses como Thomas Jefferson y George Washington. La masacre es considerada un ejemplo de la violencia y la injusticia que los nativos americanos sufrieron durante la colonización europea de América del Norte.

A pesar de la condena generalizada del ataque, el Coronel David Williamson nunca fue procesado por sus acciones. Continuó su carrera política en Pensilvania, sirviendo en la Asamblea General de Pensilvania y como Sheriff del condado de Northumberland.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here