Una profunda investigación cientifica sobre el ADN descubrió que los vikingos no solo provenían de regiones de Escandinavia sino de lugares tan remotos que han intrigado a la comunidad cientifica.
No todos los vikingos eran nativos de Escandinavia, su ADN indica que procedían de personas que habían llegado de múltiples lugares. Grupos supremacistas de extrema derecha del norte de Europa suelen utilizar la genética vikinga para identificarse con su pureza, rubios y pelirrojos de ojos azules, pálida piel, fornidos y altos. No pueden estar más equivocados, los análisis realizados durante este estudio revelan que los vikingos eran un crisol de lo más diverso.

Eske Willerslev, genetista evolutivo danés de la Universidad de Copenhague y sus colegas estudiaron el ADN de 440 restos de personas de Europa y algunas de Groenlandia que vivieron entre los años 2400 a.C. y 1600 d.C. Este ha sido el primer estudio en centrarse en los vikingos, los resultados sugieren que en los siglos que precedieron a la era vikinga (750-1050 d.C.), los vikingos adquirieron multitud de variantes genéticas de muchos lugares de Europa.
El estudio sugiere que se produjo una migración desde Alemania hacia Escandinavia, aunque el patrón genético básico de Europa fue establecido durante la Edad de Bronce, sobre el 2000 a.C. pero que las mayores migraciones se produjeron durante el primer milenio. La caída del Imperio Romano y la irrupción de los hunos obligó a cientos de poblaciones a desplazarse hacia la inhóspita Escandinavia en busca de refugio.

Los resultados de los análisis del ADN demuestran que no todos los vikingos eran iguales, había tres grupos diferenciados, los suecos deambularon por el Báltico, pasando por Ucrania y Rusia hasta llegar al Mar Negro. Los noruegos se movieron por Irlanda, Islandia, Groenlandia e incluso llegaron tímidamente a Norte América. Por último los daneses que se movieron por el litoral atlántico de Europa y las Islas Británicas. Podemos considerar que el término vikingo hacia referencia a todos estos grupos algo que puede ser una simplificación excesiva.
Existía un patrón común entre todas las comunidades costeras de Escandinavia, pero también había poblaciones que tenían poco que ver entre si. El estudio descubrió que los samis, pueblo lapón que hoy en día viven en el norte de Suecia, Noruega y Finlandia, no tenían una ascendencia necesariamente vikinga aunque compartían muchas tradiciones y costumbres.

Eske Willerslev incluyó también en el estudio muestras de 34 individuos todos miembros de lo que parece ser una comunidad vikinga que se dedicaba a la expedición y al saqueo, enterrada en Salme, población de Estonia de la Isla de Saaremaa. Estos individuos fueron enterrados junto con sus barcos, armas y abalorios.

Se determinó que cuatro de ellos eran hermanos y muchos eran parientes entre si, esto indica que las famosas expediciones vikingas eran emprendidas por grupos formados por parientes cercanos. Sus armas, ropas, abalorios y armas indican que adquirieron una alta posición en su sociedad.