La Edad Moderna es el tercero de los periodos históricos, comprende entre el descubrimiento de América en 1492 y la Revolución Francesa en 1789. Este fue un periodo en el que se consolidaron las monarquías europeas y periodo de los grandes descubrimientos, destacando el de América. El comercio marítimo se convirtió en un factor importante para el desarrollo económico y aparecieron escisiones en la iglesia.
En el aspecto militar se desarrollaron nuevas tecnologías basadas en el uso de la pólvora, mosquetes cada vez más eficientes y cañones cada vez más potentes. La armada jugó un papel fundamental, el dominio de los mares se convirtió en una prioridad para las naciones europeas. La infantería cobró mayor protagonismo frente a la caballería. En este periodo aparecieron grandes genios militares al servicio de sus imperios que con su astucia y capacidad estratégica pasaron a la posteridad por sus hazañas militares.
Después de nuestras anteriores selecciones y votaciones en nuestros artículos: «Los 10 mejores generales de la antigüedad» y «Los 10 mejores generales de la Edad Media», presentamos a los que creemos son los mejores generales de la Edad Moderna, cuyas principales hazañas se produjeron entre estas fechas.
Contenido
- 1 Votación
- 2 Gonzalo Fernández de Córdoba “El Gran Capitán” (1453-1515)
- 3 Hernán Cortés (1485-1547)
- 4 Francisco Pizarro (1478-1541)
- 5 Tokugawa Leyasu (1543-1616)
- 6 Blas de Lezo (1689-1741)
- 7 George Rooke (1650-1709)
- 8 Yi Sun Sin (1545-1598)
- 9 Juan de Austria (1545-1578)
- 10 Federico II el Grande (1712–1786)
- 11 George Washington (1732-1799)
Votación
Gonzalo Fernández de Córdoba “El Gran Capitán” (1453-1515)
Fue el general más destacado de su época, nació en montilla (Córdoba), hijo de un noble caballero al servicio de la corona de Castilla. De niño fue paje del hermano de la futura reina Isabel I de Castilla, el príncipe Alfonso. Cuando Alfonso murió pasó al servicio de la princesa Isabel. Con 16 años se incorporó al ejército participando en la Guerra de sucesión Castellana, llegando a combatir contra los portugueses en la “Batalla de la Albufera” con gran destreza y valor.

Durante la Reconquista en la “Guerra de Granada” destacó como soldado, siempre en la vanguardia de las tropas de asalto, combatió en numerosas batallas y asedios. En 1492 llevó las últimas negociaciones para la rendición de Granada. Como premio a sus méritos militares se le concedieron títulos y propiedades.

En 1495 dirigió una campaña en Italia para defender los intereses de España por el trono de Nápoles contra Francia que pretendía invadir Italia. Luchó junto a una coalición de otros estados conocida como la primera “Liga Santa”, a pesar de que las tropas de la coalición sufrieron severas derrotas, junto a sus 6000 hombres logró que los franceses se batieran en retirada. Después de esta campaña se ganó el apodo de “Gran Capitán”.

En 1497 el papa Alejandro VI solicitó la ayuda del Gran Capitán para que le ayudara a terminar con el acoso sobre Roma del corsario vizcaíno Menaldo Guerri, al servicio del rey de Francia. El Gran Capitán tomó su base situada en Ostia a 30 Km de Roma capturando al corsario. Fue aclamado en Roma y se le concedieron nuevos títulos nobiliarios.
Terminó de conquistar Nápoles y Sicilia, siendo nombrado virrey de Nápoles durante cuatro años, también emprendió campañas de castigo contra los otomanos en Grecia con éxito. Pero su mayor logro fue la creación de los invencibles tercios españoles que llegaron a dominar Europa gracias a la excelente combinación de diferentes unidades militares.
Hernán Cortés (1485-1547)
Famoso conquistador español de quién hablamos en nuestro artículo «Hernán Cortés, encarnación del dios Quetzalcóatl». Nació en el seno de una familia humilde en Medellín (Extremadura). Desembarcó en 1504 en Azúa (Isla La Española) para trabajar como notario. Pero Hernán Cortés estaba sediento de aventura y en 1511 se unió a una expedición bajo la dirección del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar en Cuba.

Se ganó la confianza del gobernador adquieriendo liderazgo y mando, la confianza del gobernador le ayudó a encabezar una expedición para elaborar mapas y documentar a los indígenas en la península del Yucatán. Desembarcó junto con 500 hombres en marzo de 1519, pero sus intenciones eran otras.

Su objetivo era la conquista del Imperio Azteca, con la inestimable ayuda de una nativa Nahuatí llamada Malinche consiguió alianzas con tribus locales para avanzar sobre Tenochtitlán. No tuvo escrúpulos para utilizar la extrema violencia con el fin de conseguir su objetivo. Incluso llegó a enfrentarse a su gran mentor Diego Velázquez que le capturó por desobediencia. Consiguió la libertad con las armas y terminó de conquistar el Imperio Azteca.

El momento más épico de la campaña de Cortés sucedió durante la “Batalla de Otumba”, cuando 400 españoles y 3000 aliados indígenas se enfrentaron a 100,000 mexicas. Logró la victoria capturando el estandarte enemigo provocando que los mexicas huyeran en desbandada. Hernán cortés no se conformó con ser gobernador, siguió realizando misiones de exploración.
Francisco Pizarro (1478-1541)
Como muchos grandes conquistadores y exploradores españoles como Hernán Cortés o Vasco Nuñez de Balboa, Francisco Pizarro era extremeño, en concreto de la ciudad de Trujillo (Cáceres). Con 20 años se alistó en la Coronelía, unidad militar creada por Gonzalo Fernández de Córdoba “El Gran Capitán”, embrión de los temibles Tercios españoles, participando junto a su padre en las campañas de Italia.

De espíritu inquieto y aventurero tomó rumbo a América en 1502. Después de unos años en La Española en 1509 se unió a Alonso de Ojeda para explorar América Central y Colombia. Por ironías del destino terminó uniéndose a la expedición de Nuñez de Balboa en el descubrimiento del Mar del Sur, al que terminó arrestando por orden del gobernador de Castilla de Oro.
En 1526 se unió a un grupo de conquistadores que serían conocidos como los “Trece de la Fama”, con el objetivo de conquistar las tierras del Perú, territorio habitado según sus informaciones por una civilización de enorme riqueza en oro y plata. Fueron necesarias dos expediciones previas antes de realizar la definitiva que llevaría la conquista del Imperio Inca.
En enero de 1531 se adentró en Perú con tan solo 150 hombres, con muy pocos escrúpulos fue sometiendo por la fuerza a todas las poblaciones que encontró a su paso. Al llegar a los dominios del Imperio Inca, Francisco Pizarro se encontró con un escenario ideal, una guerra civil provocada por la lucha por el trono entre los hermanastros Huáscar y Atahualpa. Huáscar solicitó ayuda a Pizarro para despojar a Atahualpa del trono.

Atahualpa contaba con un ejército de 30,000 guerreros, un enfrentamiento directo era evidente que les conduciría a la derrota, por lo que Pizarro tuvo que recurrir a la astucia. Concertó una cita amistosa con Atahualpa y aprovechó para capturarlo y pedir un suculento rescate. Atahualpa ordenó reunir el rescate y de paso dar la orden de asesinar a Huáscar. Al conocer la noticia de la muerte de Huáscar Atahualpa fue juzgado y ejecutado.

Manco Huallpa se coronó como nuevo caudillo, era hermano de Atahualpa. Para entonces los españoles habían recibido refuerzos, se produjeron numerosas revueltas en las que las tropas de Francisco Pizarro resultaron victoriosas y terminaron de someter al Imperio Inca. La llegada de nuevos conquistadores a la región provocó las llamadas “Guerras civiles entre los conquistadores del Perú”, en las que murió asesinado Francisco Pizarro en 1541.
Tokugawa Leyasu (1543-1616)
Fundador del shogunato Tokugawa que unificó y gobernó Japón hasta 1868. Tuvo una infancia dura, a los trece años tras la muerte de su padre el Daimyo (soberano feudal de una región) del clan Matsudaira, quién mantenía una guerra con el clan Oda liderado por Oda Nobuhide. Pero antes de su muerte solicitó protección para su hijo al clan Imagawa liderado por Imagawa Yoshimoto.

La realidad es que el clan Imagawa no tenía intención de proteger a Leyasu por lo que terminó siendo secuestrado por Oda Nobuhide y lo puso bajo custodia de su hijo Oda Nobunaga, quién se encargó de darle instrucción militar caundo se ganó su confianza. Cuando Oda Nobunaga ascendió a Daimyo decidió liberar a Leyasu.

Para entonces el clan Matsudaira era siervo del clan Imagawa y se convirtió en Daimyo. El clan Imagawa decidió probar la lealtad del joven Leyasu y le ordenó atacar los Oda consiguiendo grandes victorias. Pero en mayo de 1560 las fuerzas de 25,000 hombres de Imagawa Yoshimoto y Tokugawa Ieyasu se enfrentaron en la épica Batalla de Okehazama.
En el trascurso de la batalla Leyasu y sus tropas cambiaron su lealtad en favor de Oda Nobunaga y juntos derrotaron a los Imagawa, Leyasu mató en combate a Imagawa Yoshimoto. Tras esta victoria el joven Leyasu creó su propio clan llamado Tokugawa. Leyasu continuó ayudando a Oda Nobunaga a seguir conquistando territorios, destacando como un hábil estratega.

Tras la muerte de Oda Nobunaga, Leyasu continuó con el sueño de conseguir unificar Japón, para ello tuvo que emprender numerosas guerras contra clanes rivales, llegando a unificar finalmente el país bajo su espada.
Blas de Lezo (1689-1741)
Almirante español y gran estratega, consiguió frenar por un tiempo la decadencia en la que se encontraba el Imperio Español, a los 26 años ya era tuerto, manco y cojo, prueba de su arrojo en combate. Nacido en Guipúzcoa en el seno de una familia de la baja nobleza, tercer hijo de ocho por lo que según las leyes de mayorazgo de la época le privaban de herencia, razón por la cual emprendió su carrera militar como marino.

Su formación comenzó en 1702 durante la Guerra de Sucesión española (1701-1713), se enroló como guardiamarina al servicio de un hijo del rey Luis XIV de Francia, partidario del aspirante al trono de España Felipe de Anjou. El otro aspirante era Carlos de Austria apoyado por Inglaterra. Blas de Lezo llegó a participar en la Batalla de Málaga (1704), el mayor combate que se produjo en esta guerra. Consta que a sus 14 años luchó con gran pundonor, llegando a perder una pierna por una bala de cañón.
“Todo buen español debería mear siempre mirando a Inglaterra” .
Blas de Lezo
Por méritos militares durante la batalla ascendió a alférez de bajel de alto bordo. Felipe de Anjou le ofreció un puesto en su corte pero lo rechazó y regresó a la vida castrense. En los años sucesivos siguió combatiendo y capturando naves enemigas. Puso en práctica nuevas tácticas de combate que le condujeron a nuevas victorias y a ascender a capitán de fragata logrando capitanear su propia nave, para entonces ya había perdido el ojo izquierdo.

Al finalizar la guerra Blas de Lezo pasó a formar parte de la armada española capitaneando el “Campanella” con 70 cañones, participando en el “asedio de Barcelona” en 1714. Durante los combates que sucedieron recibió un balazo que le dejó sin movilidad el antebrazo derecho.
En 1716 fue enviado al Caribe con la misión de limpiar la zona de corsarios encabezando una flota de galeones, poco después fue destinado a los llamados Mares del Sur (Océano Pacífico). En 1723 alcanzó el rango de General de la Armada. En 1730 regresó a España para participar en misiones en el Mediterráneo, participó en varias misiones en Italia y en la conquista de Orán.

Regresó a América en 1737 como comandante general del estratégico enclave de Cartagena de Indias y en 1739 estalló la guerra con Inglaterra. En 1741 se produjo el épico Sitio de Cartagena de Indias por el que Blas de Lezo será recordado eternamente. Con 5000 hombres defendió la ciudad contra una flota inglesa de 50 buques de guerra y 124 naves que transportaban 25,000 soldados.
Los ingleses sufrieron una severa derrota, perdieron 10,000 hombres en combate y la mitad de sus fragatas, una victoria muy mal vendida por la historia de España, Blas de Lezo murió durante el sitio por la infección de sus heridas provocadas por un cañonazo. En su honor desde entonces siempre habrá un buque de la armada española con su nombre.
George Rooke (1650-1709)
Almirante inglés conocido principalmente por su conquista del estratégico enclave de Gibraltar, un auténtico quebradero de cabeza para España y Francia en las guerras que mantuvieron contra Inglaterra en los años sucesivos. Pero este no fue el único gran logro de George Rooke que fue sin duda una figura destacada en el ascenso del Imperio Británico.

Con 23 años alcanzó el rango de capitán de navío durante las guerras anglo-holandesas y en 1690 ya era almirante. Durante la Guerra de Sucesión Española (1701-1713) dio buena cuenta de su capacidad en la Batalla de Rande. Comandando una flota emboscó a la flota de Indias en la ría de Vigo que trasportaba un tesoro sin precedentes para financiar la guerra. Se cree que en la huida con el botín apresado el barco que trasportaba el tesoro se hundió a su paso por las Islas Cíes, todavía no se ha localizado el barco con tal tesoro.

Pero la victoria por la que es más recordado es por la “Toma de Gibraltar” en 1704. Gibraltar por entonces carecía de valor estratégico para los españoles, pero era un peñón que podía ser fácilmente defendido si se tomaba para convertirlo en un enclave estratégico. No se puede decir que fuera una batalla épica ya que fue tomada por 60 navíos y 20,000 hombres frente a tan solo 100 soldados españoles, pero su toma fue y sigue siendo fundamental para los británicos.
Yi Sun Sin (1545-1598)
Héroe nacional para Corea, fue un almirante y general que logró frenar las invasiones japonesas que comenzaron en 1592. Se le atribuye también la introducción en la guerra de los primeros buques acorazados de la historia, los llamados “barcos tortuga”.

Su carrera militar comenzó a los 32 años como soldado raso combatiendo a los Yurchen en la frontera. Su padre había formado parte de la corte y con el apoyo de sus conocidos ascendió a comandante de navío, con el tiempo se hizo cargo de una pequeña flota. Cuando logró su propósito comenzó a preparar la flota para una eventual invasión japonesa.
Desarrolló una serie de complejos barcos idóneos para combatir en el agitado Mar de Japón, muy versátiles, de gran maniobrabilidad con capacidad de disparar en cualquier dirección, utilizó los acorazados llamados barcos tortuga con un techo redondeado repleto de púas que lo hacían inabordable. Su diseño incluía placas de hierro que daban mayor protección contra los proyectiles y cañonazos.

Los japoneses tomaron Hanseong (Seúl) en 1592 con 160,000 samurais, Tras esto Yi Sun Sin tomó la iniciativa venciendo en varias batallas navales a los japoneses y manteniendo su flota intacta. Resultó que Yi Sun Sin era un refinado estratega, su dominio en los combates navales era absoluto, en muchas de sus batallas contra los japoneses llegó a masacrar flotas enemigas por completo. La violencia empleada debía ser absoluta, debían disuadir a su enemigo.
Invencible en el mar, los japoneses se vieron obligados a utilizar otra táctica, pagar a miembros de peso de la corte coreana para que influyeran y desprestigiaran a Yi Sun Sin para relegarlo del mando de la armada coreana, algo que consiguieron. El comandante Won Gyun, principal instigador del complot contra Yi Sun Sin ocupó su lugar en 1597, pésimo militar y estratega no tardó en encontrar su merecido en la Batalla de Chilcheollyang.

Después de la tregua empleada por los japoneses para relegar a Yi Sun Sin, se reemprendió la guerra. Los japones tendieron una trampa a un confiado Won Gyun, con una imponente flota de 500 barcos masacraron por completo las 170 naves coreanas, Won Gyun moriría en el transcurso de la batalla. Desesperados y atónitos ante semejante derrota, la Corte Joseon que gobernaba Corea imploró el regreso de Yi Sun Sin, el veterano almirante aceptó de buen grado.
Para entonces tan solo podía disponer de 13 buques en pésimo estado y 200 marineros, frente a una poderosa flota japonesa con 500 buques equipados con armamento portugués comprado a La Dinastía Ming de China. En la Batalla de Myongnyang con su diminuta flota derrotó a nada menos que 300 buques japoneses, hundiendo 50 de ellos y obligándoles a huir despavoridos.
Con el apoyo de los Ming consiguió reforzar y ampliar su flota para conseguir una victoria contundente en la Batalla de Noryang, asestando un durísimo golpe del que los japoneses ya no se repondrían, perdieron la mitad de su flota cerca de 300 barcos, los coreanos apenas un par, además capturaron 100 barcos. Yi Sun Sin murió durante la batalla y ordenó mientras estaba convaleciente por un balazo que su muerte no se anunciase hasta el término de la batalla para no desmoralizar a sus tropas.

Tras esta batalla la guerra continuó pero se mantuvo un estado de equilibrio en el que ambos contendientes mantuvieron sus posiciones. En 1609 se pactó la paz con el shogun Tokugawa Leyasu, también en nuestra lista, que había ascendido al poder en Japón, estaba más preocupado en consolidar la unificación de Japón que mantener la guerra con Corea.
Juan de Austria (1545-1578)
Hijo reconocido y Legítimo de Carlos I de España y su amante Bárbara Blomberg y hermano de Felipe II por parte de padre. Felipe II se vio obligado a que formara parte de la familia real y Juan de Austria comenzó su carrera castrense en la armada. En 1569 Juan de Austria fue nombrado Capitán General de las fuerzas reales, siendo destinado a sofocar la llamada Rebelión de las Alpujarras en Granada contra los moriscos.

La rebelión fue sofocada con una violencia extrema, finalmente las supervivientes fueron deportados a otras regiones de Castilla y Andalucía dejando Las Alpujarras convertidas en un páramo deshabitado. Pero su principal logro militar lo encontró en la guerra contra el Imperio Otomano, encabezó una coalición llamada la Liga Santa de la que formaban parte España, Los Estados Pontificios, la Orden de Malta, el Ducado de Saboya y las Repúblicas de Venecia y Génova.
Los turcos suponían una seria amenaza en el mediterráneo, su hegemonía amenazaba con extenderse al Mediterráneo occidental. Juan de Austria dririgiría una de las batallas más importantes de la historia, de hecho fue la mayor batalla naval de la historia hasta el momento, la Batalla de Lepanto. Esta batalla terminaría con la expansión por el Mediterráneo del Imperio Otomano. La victoria fue aplastante, solo 30 de las 260 galeras turcas lograron escapar.

En 1577 Don Juan de Austria fue destinado a Flandes con la dificultosa misión de pacificar Flandes, las revueltas protestantes eran el pan de cada día, pero el retraso en la paga de los Tercios Viejos, la mayoría mercenarios alemanes, provocó que se la quisieran cobrar por su cuenta saqueando la ciudad de Amberes, mataron a 18,000 personas sin contemplaciones, esto sucedió pocos días después de la llegada de Juan de Austria.

Poco a poco logró apaciguar el avispero en el que se encontraba, adelantó las pagas a los tercios y logró recibir refuerzos aunque escasos de su amigo y también gran general Alejandro Farnesio. Aun así tomó la iniciativa y la decisión firme de aplastar a los rebeldes holandeses saliendo a su encuentro con tan solo 2500 hombres en la Batalla de Gembloux. Los 20,000 rebeldes fueron derrotados, 5,000 perecieron en la batalla y otros 5,000 fueron ejecutados, las pérdidas entre los tercios fueron escasas.
Federico II el Grande (1712–1786)
Federico II de Prusia tuvo una adolescencia complicada debido al trato excesivamente autoritario que recibía de su padre Federico I, con 18 años trató de huir a Inglaterra. Es apresado junto a otros jóvenes oficiales que trataban de huir, entre los que se encontraba el teniente Hans Hermann von Katte, el supuesto amante del joven Federico, su padre le obligó a presenciar su ejecución.

Federico fue condenado a cadena perpetua pero obtuvo el perdón real en 1730. Finalmente fue coronado rey de Prusia en 1740, por entonces Prusia estaba formada por una serie de territorios dispersos y separados entre sí. Durante su juventud fue amante de la música y la filosofía, pero tras ser coronado rey se propuso unificar los territorios por las armas.
Comenzó la Guerra de Silesia contra Austria invadiendo la rica región minera de Silesia con éxito, en 1944 invadió Bohemia. En 1756 tomó parte en la Guerra de los Siete Años, periodo en el que completó la unificación de los territorios de Prusia. Federico lideró personalmente sus ejércitos en las campañas más importantes, llegando incluso a sufrir heridas de bala.

Es considerado un genio de la táctica militar, planeaba a la perfección no solo las batallas sino las estrategias sobre plano a seguir en una campaña, previendo siempre cualquier eventualidad. Napoleón Bonaparte fue un ferviente admirador suyo, muchas de las tácticas y estrategias que empleó estaban basadas en otras empleadas por Federico II.

Federico condujo el arte de la guerra a otro nivel, su infantería tenía una disciplina y un poder de fuego atroz. Perfeccionaron sus mosquetes y se especializaron en la rápida recarga de sus armas, además sus disciplinados y coreográficos movimientos les permitían mantener un poder de fuego constante, la práctica en el manejo del mosquete era constante. La bayoneta permanecía fija en el cañón durante el fuego. No había infantería que se le pudiera igualar en esa época.
George Washington (1732-1799)
Nació en Virginia que pertenecía a la América Británica en el seno de una familia aristócrata. En 1752 George Washington pasó a formar parte de la milicia local de Virginia, llegando a ser instructor de la misma. En 1754 ascendió a teniente coronel y participó en combates territoriales contra los franceses y sus aliados indios. Por méritos militares adquirió el rango de coronel en 1757.

El descontento de los colonos con Inglaterra desembocó en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, George Washington se presentó como candidato a liderar las milicias contra Inglaterra creando el Ejército Continental. Hay que reconocer que perdió más batallas que las que ganó, pero a diferencia de otros grandes generales de la historia como Aníbal Barca de quién hablemos en nuestro artículo «Aníbal Barca, el terror que asoló Roma», George Washington sabía como ganar una guerra.

Obtuvo victorias cruciales como la Batalla de Trenton, la Batalla de Princeton y la decisiva Batalla de Yorktown. Fue un maestro en la guerra de guerrillas y de tierra quemada, aprendió a seleccionar el momento en el que hacer frente a los ingleses, superiores militar y tácticamente para asestarles severas derrotas. Su personalidad, temperamento y liderazgo fueron determinantes para mantener cohesionadas a sus tropas, manteniendo en todo momento la moral intacta hasta la victoria final en 1783.

Al finalizar la guerra se retiró del ejército, con la intención de promulgar el poder civil sobre el militar en la nueva nación. En 1789 George Washington fue elegido primer presidente de los Estados Unidos, obtuvo un segundo mandato y gobernó hasta 1797. Falleció en 1799 y es recordado como una de las figuras más importantes de su país.
Donde esta Álvaro de Bazan???