Descubramos cómo el Castillo de Himeji, fortificación feudal cuyo aspecto actual fue realizado en el siglo XVII, se ha podido mantener en pie a pesar de las guerras e inclemencias naturales.
El castillo fue construido en una colina a 45 metros sobre el nivel del mar en la ciudad de Himeji, situada en la prefectura de Hyōgo, en el centro sur de Japón. El castillo ha sido escenario de numerosas batallas entre señores feudales, violentos asedios y terremotos, incluso resistió a un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial.
Hoy en día es uno de los «Tres Famosos Castillos» de Japón, y es el más visitado del país junto al Castillo de Matsumoto y el Castillo de Kumamoto. Su construcción original se remonta al año 1346, durante la era Nanbokuchō. En la colina se erigió un pequeño fuerte con empalizadas de madera por orden del Shogun Akamatsu Sadanori. El pequeño fuerte se convirtió en fortaleza 20 años después durante una de las numerosas guerras entre los señores feudales de Japón.

Se creó un complejo con multitud de edificios y tres fosos que circundaban el castillo, también se levantaron tres grandes torres que protegían una gran torre principal de seis pisos, esto lo convirtió en un castillo inexpugnable. El Castillo de Himeji mantiene la típica arquitectura tradicional japonesa, es una estructura elevada con azulejos decorativos y una elaborada ornamentación.

Su hermoso aspecto no le eximía de su verdadera función defensiva, para que un enemigo lograra tomar el castillo debía atravesar una larga serie dispositivos defensivos. Las tropas enemigas debían superar los fosos y atravesar unas pendientes con caminos laberínticos y serpenteantes dispuestos alrededor de las paredes del castillo llenos de trampas.

Los caminos solían conducir a callejones sin salida en los que las fuerzas atacantes eran emboscadas. La exigencia física que se requería y la desorientación arruinaba la moral de todo aquel que se atreviera a aventurarse en la conquista del castillo. Las paredes disponían de canalizaciones por las que circulaba aceite o agua hirviendo que vertían los defensores sobre los atacantes.
La torre principal, es la torre más alta del complejo. Debido a su construcción de madera, está recubierta con yeso espeso e ignífugo. Todos los castillos japoneses tienen un elegante estilo de techo llamado irimoya, que presenta una estructura de cadera y aguilón. El Castillo de Himeji tiene un techo de cadera rectangular, por lo que los dos lados más largos se inclinan hacia abajo hacia las paredes y luego suben ligeramente.

El Castillo de Himeji es el mejor conservado de Japón, durante el paso de los siglos se realizaron numerosas reformas hasta alcanzar su aspecto actual en el siglo XVII. En 1993 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.