Después de nuestro artículo en el que seleccionábamos a «Los 10 mejores generales de la antiguedad», hemos creado una nueva lista pero en esta ocasión con los que consideramos los 10 mejores generales de la Edad Media, periodo comprendido entre la caída de Roma en 476 y el descubrimiento de América en 1492, aunque hay quién considera que la fecha comprende hasta la caída de Constantinopla en 1453.
En este periodo se produjeron grandes batallas que encabezaron grandes líderes militares, aunque menos frecuentes que los asedios a castillos. La moral, la disciplina, el liderazgo y el conocimiento del terreno fueron factores militares muy a tener en cuenta. La producción de hierro se incrementaba a un ritmo exponencial por lo que las espadas y armaduras fueron cada vez más frecuentes.
La caballería pesada tuvo un papel crucial en las batallas así como el desarrollo de las armas de asedio cada vez más potentes. La ballesta fue otra invención importante puesto que ya no era tan necesaria la pericia de los arqueros, su fácil manejo permitía adiestrar rápidamente a cualquier campesino. Al final del post puedes dejar tus votaciones.
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Flavio Belisario (500-565)
Flavio Belisario, personaje del que hablemos en nuestro artículo «Belisario, el general que pudo reunificar el antiguo Imperio Romano», nació durante los años oscuros que precedieron a la caída del Imperio Romano de Occidente, durante un breve periodo llegó a hacer creer en la reunificación del Imperio Romano, con unos recursos muy limitados.

Era un soldado leal y disciplinado que rápidamente ascendió a oficial. Durante el reinado de Justino I encabezó campañas al norte del Danubio en 520, para salvaguardar la frontera acechada por los gépidos con apenas un puñado de jinetes adiestrados por el mismo. Esto le ayudó a crear su propia guardia personal y a ascender.

En 530 bajo el reinado del emperador Justiniano, se le encargó proteger la frontera oriental del temible Imperio Sasánida con el que tenía territorios en disputa, en esta campaña destaca su flamante victoria en la «Batalla de Dara», en la que con un ejército inferior derrotó a los sasánidas. Después de esto logró mantener las posiciones bizantinas y obtener una tregua que permitiera a su emperador fijar su mirada en el mediterráneo occidental.

El objetivo era recuperar «La Ciudad Eterna», pero para ello antes debían conquistar el Reino de los vándalos. Cuando Belisario regresó a Constantinopla se encontró en medio de una revuelta conocida como «Revuelta de Niká», en la que a punto estuvo de ser derrocado Justiniano. Su intervención ayudo a sofocarla y como premio se le otorgó el mando de la campaña contra los vándalos.
Durante la campaña obtuvo dos brillantes victorias, con apenas 15,000 hombres venció al rey Gelimer en la «Batalla de Ad Decimum», y después con tan solo 5,000 jinetes, se lanzó en la «Batalla de Tricamerón» contra un campamento de 100,000 vándalos provocando la huida del rey Gelimer y conquistando definitivamente Cartago en 531.

En 535 inició una campaña contra el Reino de los ostrogodos, recuperando Roma y conquistando Italia. Los ostrogodos ofrecieron a Belisario el título de emperador romano de occidente, el cual aceptó falsamente para capturar a su rey, esto hizo despertar el recelo de su emperador que rápidamente le apartó de la vida militar. En 559 fue nuevamente requerido para salvar Constantinopla de la invasión de los Kutrigurs, logró organizar un ejército improvisado de veteranos con el que los derrotó.
Jálid ibn al-Walid (584-642)
Jálid ibn al-Walid recibió el apodo de «La espada en la mano de Dios». Destacó por sus tácticas y grandes proezas militares. Unificó Arabia y venció a grandes imperios como el sasánida y el bizantino, su legado siempre será imperecedero para el Islam. Perteneció a la misma tribu que Mahoma, su familia era noble y adinerada gracias al comercio con las caravanas, de joven participaba en las rutas que efectuaban y esto le permitió conocer los territorios bizantinos, sasánidas y Egipto. En un principio su familia estaba contra el movimiento del Islam predicado por Mahoma y Jálid les apoyaba, hasta que se convirtió al Islam en 628.

Los méritos de Jálid pronto le llevaron a encabezar tropas, en un principio su misión era la de someter tribus que adoraban dioses paganos, algo que hizo con gran dureza y crueldad. Después de la muerte de Mahoma en 632, Abu Bakr fue designado como califa quién le puso al mando de sus tropas completando la unificación de Arabia.
En 633 comienza la invasión del Imperio Sasánida, rápidamente penetró en su territorio conquistando y convirtiendo nuevos fieles a la causa del Islam. Su conocimiento de estrategias militares le ayudó a emplear en ocasiones viejas tácticas como la de Aníbal Barca en la «Batalla de Cannas». A principios de 634 y después de grandes victorias había conquistado todo el Imperio Sasánida, su siguiente objetivo fue el Imperio Bizantino.

Sobre el año 637 el Imperio Bizantino se vio obligado a replegarse hasta la Península de Anatolia, los musulmanes ganaban territorios a marchas forzadas, se había creado el primer imperio musulmán. Jálid, del que se dice participó en cien batallas, nunca conoció la derrota, desarrolló las tácticas de la caballería, también creó el que llamaban cuerpo de campeones, cuya misión era la de buscar y matar a los oficiales enemigos lo antes posible durante la batalla. Utilizó técnicas muy complejas con un ejército no profesional, lo que le llevó a convertirse en un genio militar.
Carlomagno (742-814)
Se convirtió en emperador al expandir el reino de los francos, sus tropas avanzaron hacia el sur y cruzaron los Pirineos creando una linea de defensa contra los musulmanes llamada Marca Hispánica en 778.

Un año antes había conquistado Sajonia, Lombardía y Turingia. En pocos años la mayoría de pueblos de Europa se convirtieron en vasallos de los francos, razón por la cual Carlomagno es considerado el padre de Europa. La intención de Carlomagno siempre fue la de unificar el antiguo Imperio Romano de Occidente.

DE Sémhur ·✉·✍· /Translator= molorco – Own work, from Image:Frankish empire.jpg, itself from en:Image:Frankish power 481 814.jpg, from the Historical Atlas by William R. Shepherd (Shepherd, William. Historical Atlas. New York: Henry Holt and Company, 1911.), CC BY-SA 3.0, Enlace
Almanzor (942-1002)
Con solo oír su nombre se sembraba el terror entre los reinos cristianos de España, su nombre era equivalente al del mismísimo demonio, pero para los musulmanes era un héroe y un gran líder. Se convirtió en caudillo gracias a su carisma y talento militar, consciente de su superioridad sobre los cristianos decidió poner fin a la cesión de territorio ante los cristianos. Hasta su llegada los territorios se iban cediendo a los cristianos a cambio de no guerrear, Almanzor apodado «el Victorioso», puso fin a esta costumbre.

De Redtony – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, Enlace
Entre los años 977 y 1002 realizó hasta un total de 56 campañas, la gran mayoría en territorio cristiano y jamás conoció la derrota. Asoló los reinos de León y Navarra, también los condados catalanes, de Aragón y de Castilla. Realizaba continuas y rápidas escaramuzas de saqueo. Utilizaba una crueldad extrema, no tenía por costumbre tomar prisioneros, solía ejecutarlos, en ocasiones tomaba gran número de ellos para convertirlos en esclavos tratándolos como animales.

Destacan los saqueos de Barcelona en 985, en las que durante el sitio de la ciudad lanzaban continuamente cabezas cortadas de los prisioneros capturados, según las crónicas estuvieron lanzando cabezas a un ritmo de 1,000 por día durante una semana. Finalmente la ciudad sucumbió, mataron a todos los varones y deportaron a sus habitantes hasta Córdoba para vivir el resto de su vida como esclavos. Los condados catalanes quedaron en una situación apocalíptica.

Té y kriptonita – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, Enlace
Guillermo el Conquistador (1028-1087)
Un personaje destacado en la historia de Inglaterra y Francia fue Guillermo el Conquistador, sobre quién tratemos en profundidad en «Guillermo el conquistador, fuente de inspiración para George R.R.Martin». Hijo bastardo del duque de Normandía Roberto I, el cual le nombró como sucesor en 1035 antes de partir en peregrinación a Jerusalén. Durante el trayecto Roberto murió y Guillermo con tan solo 11 años se convirtió en Duque de Normandía.

Pronto le surgieron adversarios que querían acabar con su vida y obtener el ducado para si mismos, Guillermo pasó una infancia muy dura, huyendo y escondiéndose constantemente para salvar su vida. En 1042 obtuvo la mayoría de edad y logró imponer su autoridad en Normandía. En 1046 acabó con una rebelión provocada por su primo Guido de Borgoña, que aspiraba a gobernar el Ducado de Normandía, al cual venció.
Después venció a su principal mentor, el rey Enrique I de Francia, que comenzaba a considerarle una amenaza, razón por la cual invadió Normandía. El rey de Francia estaba preocupado por los estrechos vínculos de Guillermo con Flandes, gracias al enlace con la hija del Conde de Flandes Balduino V y con el rey inglés Eduardo «el confesor», primo lejano de Guillermo exiliado muchos años en el castillo de su padre. Guillermo venció a la coalición del rey de Francia con el Condado de Anjou en la «Batalla de Varaville», expulsándolos de su Ducado, jamás osarían volver a atacarle.

Pero su apelativo de «el conquistador» se lo ganaría durante la invasión de Inglaterra. Eduardo «el confesor» murió sin descendencia y el Conde de Wessex fue coronado rey de Inglaterra, se trataba de Harold II, quien sería el último rey sajón de Inglaterra. Fue una guerra a tres bandas por un lado Harold tuvo que deshacerse de Harald Hardrada, rey noruego que también aspiraba al trono y al que derrotó en la «Batalla de Stamford Bridge».
Harold II y Guillermo se enfrentaron en la decisiva «Batalla de Hastings», Guillermo consiguió la victoria en una batalla épica, Harold II murió en la misma, pero no fue un camino de rosas, Guillermo continuó luchando hasta llegar a Londres donde finalmente fue coronado rey.
Saladino (1138-1193)
El gran líder musulmán Saladino comenzó sus andanzas al servicio de otro gran líder llamado Nur al-Din, gobernante de Siria. Nur al-Din envió a Saladino a defender sus intereses en Egipto en 1164. Después de verse envuelto en numerosas tramas, Saladino fue nombrado Sultán de Egipto en 1171.

Como sultán expandió sus territorios por Arabia y buena parte de la cuenca mediterránea. Nur al-Din murió dejando el gobierno en manos de su hijo de doce años Sayf al-Din. Demasiado joven para gobernar, por lo que le califato abasí, después de numerosos conflictos nombró Sultán de Siria a Saladino. Consiguió unificar la región con un solo objetivo, expulsar a los cristianos de sus tierras.
La guerra no la comenzó Saladino, sino el noble y caballero Reinaldo de Chatillon quien asaltó una caravana musulmana, matando a buena a parte de sus miembros y negándose a liberarlos a petición de Saladino. Saladino dispuso un imponente ejército para enfrentarse al rey de Jerusalén, Guido de Lusignan. Ambos bandos se encontraron en la que fue conocida como «Batalla de los Cuernos de Hattin» en julio de 1187, la victoria de Saladino fue aplastante.

Su siguiente objetivo fue Jerusalén, en su camino conquistó todas las ciudades a su paso hasta que se presentó a las puertas de Jerusalén, el 2 octubre de 1187 logró la victoria recuperando una ciudad también santa para el Islam.
Ricardo Corazón de León (1157-1199)
Después de numerosas intrigas y luchas, Ricardo logró coronarse rey de Inglaterra en 1189 y comenzó a prepararse para formar parte de la Tercera Cruzada. Poco le importaba gobernar a un rey más guerrero que gobernante, aumentó los impuestos para sufragar su campaña y partió rumbo a Tierra Santa para liberarla de «Saladino, guardián del Islam y azote de los Estados Cruzados».

En 1190 partió atravesando Francia e Italia, antes ocupó Sicilia ya que su rey en aquel momento, Tancredo de Lecce, tenía encarcelada a la hermana de Ricardo y se negaba a cumplir los acuerdos de financiación de la cruzada firmados con el anterior rey Guillermo II de Sicilia, finalmente Tancredo no tuvo más remedio que cumplir las exigencias de Ricardo, liberar a su hermana, pagar el tributo correspondiente y declarar al sobrino de Ricardo, Arturo de Bretaña heredero al trono de Sicilia.

Después se dirigió a Chipre, gobernada por Isaac Comnemo de Chipre, conquistó la isla y la convirtió en un punto estratégico y logístico para su cruzada. Finalmente en junio de 1191 puso sus pies en Acre, en ese momento la ciudad estaba siendo asediada sin demasiado éxito por Guido de Lusignan. Ricardo completó la conquista de la ciudad empleando una brutal crueldad con los prisioneros capturados.

Su siguiente objetivo era conquistar la ciudad de Jaffa, pero en el trayecto fue atacado por las huestes de Saladino dando lugar a la «Batalla de Arsuf», en pasmosa inferioridad lograron vencer a Saladino con una bravura jamás contemplada por los musulmanes hasta el momento. Ricardo Corazón de León decidió no proseguir hacia Jerusalén, calculó que no podría mantenerla mucho tiempo si la conquistaba así que decidió pactar una tregua con Saladino, en la que los peregrinos cristianos podrían acceder libremente a los lugares sagrados.

Después de esto Ricardo partió hacia Inglaterra, pero no sin antes volver a pasar por mar hacia Jaffa y contemplar como los musulmanes habían enarbolado su estandarte en una torre. Ricardo hizo desembarcar rápidamente sus naves y sitiar la ciudad, con apenas 50 cruzados, penetraron en el interior e hicieron huir a los musulmanes, a pesar de todo los acuerdos con Saladino se cumplieron.
Gengis Kan (1162-1227)
Como ya indicamos en el artículo «Gengis Kan el señor de la guerra que cambió el rumbo de la historia», Temujin era hijo de un jefe tribal llamado Yesugei. El asesinato de su padre por los tártaros, provocó una lucha de sucesión para hacerse con el control de la tribu, por lo que se vio obligado a huir junto a su familia y esconderse para no ser asesinado.

Logró labrarse numerosos aliados con los que consiguió convertirse en un líder prominente, y con el tiempo consiguió unificar a todas las tribus de Mongolia con un único objetivo, la conquista del mundo. Gengis Kan se supo rodear de grandes generales entre los que destacaba Subotai, juntos penetraron en el Imperio Tangut conquistándolo, bordearon la muralla y penetraron en China derrocando a los Jin.

Gengis Kan no dudaba en hacer uso de la extrema violencia, era un maestro de la guerra psicológica, la mayoría de las ciudades les abrían sus puertas con la esperanza de no ser debastadas. Como gran estratega fue incluyendo en su ejército a los mejores ingenieros y constructores de los territorios chinos conquistados, expertos en máquinas de asedio y en el uso de la pólvora, contribuyeron a fortalecer las tropas de Gengis Kan.

No le basto con conquistar China, continuó su expansión hacia el este y a su muerte, su imperio se extendía desde el Mar de Japón hasta Hungría, con una extensión de 20 millones de Km², era cinco veces más grande que el Imperio Romano y el de Alejandro Magno.

Subotai (1176-1248)
General mongol al servicio de Gengis Kan y de su sucesor Ogodei Kan. Participó en las campañas de Mongolia, China, Asia central y el este de Europa, gran parte del éxito de la expansión del Imperio Mongol fue gracias a él. Subotai de origen humilde, se unió a la causa de Gengis Kan para reunificar Mongolia cuando tenía tan solo 13 años. Por entonces Gengis Kan se llamaba Temujin e impulsaba entre sus seguidores la llamada meritocracia, una manera de escalar en el ejército y en la sociedad mongol gracias a los meritos en combate.

Subotai fue quien animó a Gengis Kan a incorporar en las tropas de su ejército a los ingenieros chinos, grandes constructores, sobre todo de máquinas de asedio, para que les facilitaran su expansión. En sus campañas utilizaba espías que recopilaban información sobre los territorios que se proponía conquistar. Fue la mano derecha de Gengis Kan e hizo una gran contibución convirtiendo a un ejército de pastores que no utilizaban más estrategias que el ataque directo, en unas tropas audaces, adiestradas y capaces de realizar estrategias de lo más variopinto, adaptándose siempre a las condiciones que se presentaban.

Preparaba concienzudamente sus estrategias antes de cualquier batalla, destacan sus victorias en la «Batalla del río Kalka» contra los principados rusos en 1223, el ejército ruso fue masacrado y Subotai que prometió no derramar la sangre de los prisioneros capturados dio muestras de la crueldad que practicaba, amontonó a los prisioneros y colocó grandes tablas de madera sobre ellos, después pasarían sus tropas por encima para aplastarlos y matarlos por asfixia.

En la «Batalla de Mohi» en 1241, aniquilaron al ejército húngaro, los húngaros llegaron a crear durante la batalla un núcleo infranqueable de resistencia. La manera que encontró Subotai de romper sus filas fue fingir que sus lineas se abrían y se dividían, abriendo una via de escape para los húngaros que cayeron en la trampa. Al atravesar la brecha les esperaban en ambos lados del pasillo, arqueros y lanzeros que les sometieron a una lluvia de flechas y jabalinas, la caballería ligera terminó el trabajo barriendo con todos.
Subotai no dejaba de ser un subordinado y durante la campaña en el este de Europa actuaba de manera coordinada con otro gran líder mongol y nieto de Gengis Kan, el temible Batú Kan. Tras la Batalla de Mohi las puertas hacia el corazón de Europa estaban abiertas, pero como ya indiquemos en el artículo «Cómo una muerte salvó a Europa de ser arrasada por Batú Kan», la muerte del Gran Kan Ogodei y según sus costumbres, obligó a todos los líderes a regresar a Mongolia para designar un nuevo Kan. Europa se salvó de ser arrasada por las tropas de Subotai y Batú Kan que jamás regresaron, Subotai murió en 1248.
Tamerlán (1336-1404)
También conocido como Timur, creó un imperio que abarcaba toda Persia, Oriente Medio y buena parte de Asia central. Utilizaba métodos de gran crueldad, los cuales recordaron al mismísimo Gengis Kan, Tamerlán fue un ilustre personaje que ya tratamos en «Tamerlán y su sanguinario imperio que causó 17 millones de muertes».

Tamerlán llegó a ser el gobernante más poderoso del mundo islámico en el siglo XIV, aunque comenzó sus andanzas como simple ladrón de ovejas. Sin salir de su juventud se convirtió en cabezilla de un grupo de salteadores de caravanas en la Ruta de la Seda. Al poco tiempo combatió como mercenario al mejor postor, periodo en el cual sufrió un accidente que le dejó cojo e impedido de su brazo derecho.
Su carisma y talento para la guerra le ayudó para conformar un ejército, con el que se ganaría el respeto de aliados y enemigos, logró hacerse con el control del kanato de Chagatai en 1370. En 1383 comenzó la invasión de Persia donde mostró su lado más oscuro, la arrasó por completo, como por ejemplo en la ciudad de Isfahán, su resistencia a la dominación de Tamerlán costó la vida a sus 70,000 habitantes, hizo montañas con sus cabezas decapitadas.

Después invadió el este de la India en 1398, arrasó la ciudad de Delhi por completo. En 1399 fijó su mirada en el Imperio Otomano. El principal interés de Tamerlán era convertir su capital Samarcanda, en el principal núcleo de la Ruta de la Seda, para ello esclavizó a miles de personas para construir su ciudad y al mismo tiempo arrasó con las ciudades que podían rivalizar comercialmente con ella.
En la «Batalla de Ankara» aisló al ejército otomano privándole de suministros y debilitándolo con multitud de escaramuzas, hasta que creyó conveniente que había llegado el momento de vencerles. El ejército del sultán Bayezid I fue derrotado, el sultán fue capturado y deportado a Samarcanda donde recibió todo tipo de vejaciones. Este fue el momento de máxima expansión de su imperio, falleció en 1404 cuando preparaba la invasión de China con la intención de restaurar a la anterior dinastía mongol dominante, los Yuan, tras su muerte su ejército se retiró.
Creo necesario mencionar que deberían considerar entre esos mejores diez generales de la Edad Media a Eduardo III y su exitosa victoria de Crecy en 1346, en el curso de la cual , debido a su desventaja numérica, supo escoger bien el terreno de batalla y utilizar a sus cuerpos de arqueros frente a las oleadas de caballería francesa. Demostró en el combate que la combinación de infantería y caballería podía detener la carga de la caballería pesada. Demostró que el arco era superior a la ballesta y cambió los conceptos de orden de batalla que hasya el momento imperaban en toda europa.
Así pues, creo que deberían considerarlo…
Éste es un artículo de historia, no de estrategia. Esta bien hacer una recopilación de grandes estrategas del pasado, pero carece de un criterio fiable de clasificación. Hace uno o dos años tuve ocasión de leer un artículo en inglés en el que se valoraban de manera matemática los méritos de los generales. Los ganadores resultaban ser Alejandro Magno y Napoleón Bonaparte. Resulta difícil tomarse en serio el artículo de Kiruday sobre los mejores generales cuando faltan los dos mejores.
Tratamos tal y como indica el título la Edad Media, Alejandro Magno pertenece a la Antiguedad, ya lo incluimos en «https://kiruday.com/2019/02/los-10-mejores-generales-de-la-edad-antigua/», Napoleón pertenece a la Edad Contemporánea y sin duda llegado el momento lo pondremos con su periodo, un saludo y gracias por tu interés.
Pues es cierto. Salté directo a la lista y cometí el error de pasar por alto el período a estudiar.
Siempre se olvidan del gran Jan Zizka, Skanderbeg y Juan Hunyadi entre otros