Disfrutar en la piscina es una de las mayores diversiones para niños y adultos, pero no hay que subestimar los riesgos. Respetar unos hábitos de seguridad básicos puede evitarnos más de un susto.
Sigue estos consejos
La presencia del socorrista en la piscina es fundamental. No te bañes si él no está. puedan producir accidentes.
Nunca dejes a un menor sin la supervisión de un adulto.
Aprende a nadar cuanto antes.
Evita comportamientos arriesgados en la piscina que puedan producir accidentes.
Si no sabes nadar, equípate de protecciones para tu seguridad.
Además hay que tener en cuenta:
Camina siempre con sandalias y nunca corras por el borde de la piscina.
Dúchate antes de entrar y al salir de la piscina.
Al entrar en el agua, es recomendable hacerlo poco a poco, preferiblemente por las escaleras.
Si te vas a tirar de cabeza, confirma la profundidad para evitar accidentes.
Es aconsejable usar gafas para evitar irritaciones e infecciones en los ojos.
Después de comer, respeta un tiempo para hacer la digestión.
Al terminar el baño, usa cremas humectantes para rehidratar la piel.
Si estás en una piscina abierta, recuerda:
Usa protectores solares con resistencia al agua y aplícatelos al menos 15 minutos antes de entrar al agua y cada 3 horas.
Protégete del sol con gafas, sombreros y resguárdate bajo sombrillas.
Sécate bien al salir del agua para evitar quemaduras.
Recuerda: Procura que el agua sea siempre sinónimo de diversión.