Descubre cuál fue la primera crisis financiera de la historia

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Durante la Edad Media las familias más importantes de Florencia se enriquecieron gracias a los préstamos que ofrecían a los reyes europeos, pero a mediados del siglo XIV, este sistema basado en la usura colapsó.

En el año 1345 estalló una crisis financiera sin precedentes hasta el momento, la familia Peruzzi, poderosos banqueros de Florencia cayeron en bancarrota junto a sus socios de la familia Bardi. La chispa que prendió la mecha fue la insolvencia del rey de Inglaterra Eduardo III Plantagenet, rey que comenzó la Guerra de los Cien Años contra Francia en 1337. Semejante empresa obligó al rey a solicitar crédito a los bancos florentinos para sufragar la campaña ya que las arcas reales se habían agotado.

A mediados del siglo XIII, los Peruzzi y los Bardi comenzaron a especializarse en depósitos y préstamos después de haber amasado fortuna con los negocios mercantiles. Comenzaron a crear sedes por toda Europa como por ejemplo en Inglaterra y el Imperio Bizantino. Sus depósitos ofrecían ventajosos intereses para favorecer la confianza de los inversores, tal y como hacen los bancos modernos, se convirtieron en empresas multinacionales.

Eduardo III Plantagenet de Inglaterra

Los banqueros florentinos financiaron multitud de guerras por toda Europa incluidas las que se originaban en Italia por medio de guerras entre las diferentes ciudades estados, las cuales contrataban masivamente a los conocidos mercenarios llamados «condotieros», entre su clientela se encontraban príncipes y reyes. A cambio recibían altos intereses o pagos en especie como pueden ser títulos nobiliarios o tierras. Todo esto ayudó a los Peruzzi y los Bardi a extender sus tentáculos por la política. Eduardo III acumuló en poco tiempo la inasumible deuda de millón y medio de florines de oro, y para empeorarlo todo su campaña en Francia no estaba dando los resultados deseados.

La solvencia de Eduardo III se puso en duda hasta el punto de que el Papa Benedicto XII prescindió de los servicios financieros que le gestionaban los Bardi y los Peruzzi. Finalmente tal y como se preveía Eduardo III se declaró insolvente y en bancarrota, los soberanos y nobles cuyo dinero había sido depositado en los bancos florentinos entraron en pánico. No podían acceder a sus cuentas, los bancos se quedaron sin liquidez en pocos meses después de que muchos grandes y pequeños inversores retiraran masivamente su dinero, dio comienzo a uno de los primeros casos conocidos de corrida bancaria de la historia.

A partir del año 1345 el efecto dominó era imparable, comenzó a ramificarse y el contagio se había extendido por todos los bancos, la banca de la poderosa Familia Acciaioli se convirtió en una víctima más, comerciantes, empresarios, pequeños negocios de artesanos, dieron por perdido todo su dinero.

“La pérdida de ahorros e inversión colapsó la confianza de todos los banqueros y comerciantes, estuvieran involucrados directamente o no en el desastre, el mercado está basado principalmente en la confianza de los inversores”

La depresión se generalizó cuando los bancos se mostraron incapaces de pagar los valores públicos. El dinero en efectivo dejó de moverse, pero las desgracias nunca vienen solas, en 1346 en el norte de Italia se produjeron graves inundaciones que acabaron con las cosechas, nada comparado con el cataclismo de 1348, la gran plaga de la “Peste Negra” que asolaría toda Europa, en el caso de Florencia la población se redujo hasta la mitad pasó de 100,000 habitantes a 50,000.

La Recuperación tras el colapso

La situación económica comenzó a mejorar lentamente, en gran parte gracias a la gran plaga, la mano de obra disminuyó, los salarios aumentaron y se reactivó el consumo, además de que buena parte de los acreedores habían muerto junto a sus familias, no había quien reclamase el dinero perdido. Al resto de acreedores se les ofreció la posibilidad de devolución con intereses, la administración se basó en el gran registro que se compiló en 1347 llamado “monte”.

Florencia siglo XIV

Se entró en una dinámica positiva y se comenzó a analizar las causas que llevaron al colapso, la euforia incontrolada de inversores y operadores financieros fue el principal motivo. Pero la memoria de las personas en temas de dinero parece un poco corta, pronto volverían a ser embaucados y aparecerían nuevas crisis. El modus operandi se ha ido repitiendo hasta nuestros días, la Crisis de los Tulipanes en 1635, el colapso de Wall Street en 1929 que dio comienzo a la Gran Depresión y la quiebra financiera de Lehman Brothers en 2008 son un buen ejemplo.

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