Su sangre contiene diminutos anticuerpos que son más eficientes para atacar los virus.
El virus de la influenza, más conocido como «gripe», infecta a millones de personas cada año y puede causar hasta 650,000 muertes en todo el mundo. El virus muta constantemente, cambiando su estructura para poder evadir las defensas naturales de nuestros cuerpos y las vacunas que utilizamos para ayudar a aumentar nuestra inmunidad natural. Esto es lo que hace que sea tan difícil erradicar la gripe y por qué se requieren nuevas vacunas cada año.
Sin embargo, los científicos han descubierto una inesperada nueva arma contra el virus, los anticuerpos de la llama. Los anticuerpos son pequeñas proteínas producidas por el sistema inmunológico que se unen a las proteínas en la superficie de los virus para neutralizarlos. Los anticuerpos humanos solo se unen a las puntas de las proteínas de la superficie del virus, partes que se pueden cambiar fácilmente a través de mutaciones. Pero los anticuerpos de llama son mucho más pequeños que los nuestros y pueden unirse a partes del virus que no cambian. Los investigadores aislaron los anticuerpos más efectivos de la sangre de llama y los utilizaron para crear una versión sintética que imitaba a cada uno de ellos. Los anticuerpos sintetizados se probaron en ratones infectados con gripe.
“Los anticuerpos de llama se unen a partes del virus que no cambian”